jueves, 23 de septiembre de 2010

LA II REPÚBLICA ESPAÑOLA - (I)


La II República, en la que el pueblo español había cifrado todas sus esperanzas, tanto por su desilusión por una Monarquía en la que ya no confiaba como por la esperanza en la más eficaz solución a los problemas sociales de aquellos años, fue recibida en un ambiente festivo de forma mayoritaria. Desgraciadamente y de forma paulatina, la vida política fue deteriorándose por la propaganda revolucionario que llegaba de la Rusia bolchevique, más dirigida hacia una república socialista de ideología marxista que al logro de un parlamentarismo democrático. También contribuyó a su deterioro la dejadez de los gobernantes republicanos que no hicieron nada por frenar la firme convicción de las masas libertarias deseosas de emular e implantar sus deseos revolucionarios, concretados en que el poder a establecer estuviera en sus manos. La irresponsabilidad del socialismo español, como se demostró en Octubre de 1934 en la conocida como “Revolución de Asturias”, dañó aún más la situación y su contribución quedó patente cuando las masas libertarias que lo iniciaron fueron alentadas y pertrechadas por el Partido Socialista Obrero Español, cuyos Diputados parlamentarios fueron detenidos y encarcelados por su comprobada participación en los hechos.

Todo ello no hizo más que sepultar aquella República soñada por los asistentes al Pacto de San Sebastián, quienes, y especialmente la intelectualidad que la alentó, terminó por criticar la dejadez de los gobernantes republicanos cuyo desenlace llevó a los españoles una guerra civil de tres largos años y a la desaparición de la Republica añorada. Guerra civil que si los militares no la deseaban cuando aconsejaron a Alfonso XIII su marcha de España para evitar un posible enfrentamiento entre lo españoles, sí la procuraron con ahínco las masas libertarias deseosas de emular a sus correligionarios soviéticos. Masas que a los veinte días de instaurada la Republica dejaron claras sus intenciones con la quema de Conventos por toda España después de unas elecciones municipales que había llevado a la legítima implantación de la República en España, dado el vacío de poder creado por el abandono de la Corona por parte del Rey Alfonso XIII.

12/4/31 ELECCIONES MUNICIPALES

El resultado electoral fue favorable a los partidos monárquicos, no así en las capitales de provincia en las que a excepción de un par de ellas, los republicanos lograron la victoria. Sucedió lo contrario en la zona rural, debido, fundamentalmente, al fuerte impacto del caciquismo que inclinó la balanza en el conjunto de España a favor de la Corona. Pese a que fueron unas elecciones municipales en las que no se planteaba un plebiscito cuestionando la forma de estado, en las grandes ciudades se produjeron manifestaciones a favor de la República. Pese al resultado favorable a los monárquicos en el recuento nacional, Alfonso XIII, aconsejado por el estamento militar y para que no se produjera un enfrentamiento civil, optó por abandonar España. Ante la ausencia de poder, dos días después, se instauró la República en España.

14/4/31 PROCLAMACION DE LA REPUBLICA

Fue muy bien recibida por la población, sin ningún tipo de altercado y toda la prensa nacional reflejó en sus páginas el agrado de la llegada del nuevo régimen a la nación española.

11 MAYO 1931 - QUEMA DE CONVENTOS

Pero pocos días después se produjeron en toda España la quema de Iglesias y Conventos y el inicio de un clima turbulento que fue cogiendo fuerza sin que el Gobierno tratara de impedirlo. Todo lo contrario, ajeno al sentimiento de media España, avivó más el clima violento que fue imperando y que llevó al descrédito de la propia República.

Muestras de la dejadez e irresponsabilidad del Gobierno, fueron las famosas “citas de Azaña” a lo largo de su mandato, quien no contribuyó precisamente con ellas a apaciguar los ánimos, sino todo lo contrario, a envalentonarlos.

1ª Cita de Azaña después de la quema de conventos: “Un dedo de un republicano, vale más que todos los conventos de España”.

Los hechos produjeron una fuerte tensión en el gobierno provisional cuando estaban dedicados a la elección de una Cortes Constituyentes, que tras el correspondiente debate parlamentario, instauraron una nueva Constitución, que no lo fue de consenso.

ELECCIONES CONSTITUYENTES

Después de haber nombrado un Gobierno Provisional que dio paso a un proceso constituyente y tras unas “Elecciones a Cortes”, su resultado llevó al poder a un gobierno republicano y socialista, con Niceto Alcalá Zamora como Presidente del Gobierno.

Culminada la nueva Constitución, las principales reformas que trataron de llevar a cabo fueron la agraria, la del ejército, la educativa y la del Estado, que culminó ésta con la concesión del Estatuto de Autonomía para Cataluña. Sin embargo, no se concedió el del País Vasco, especialmente por las diferencias existentes entre el PNV, partido de derechas y de carácter religioso, con el Gobierno que había articulado una Constitución laica, dificultando el acuerdo.

2ª Cita de Azaña: Al firmarse un artículo de la Constitución que declaraba el carácter laico del Estado -votación efectuada de forma poco clara, pues en el momento de votar el artículo que lo decidía, no contaron con la presencia de los constituyentes monárquicos- Azaña dijo: “España ha dejado de ser católica”, creando confusión en gran parte del pueblo español, provocando la dimisión de Niceto Alcalá Zamora, que fue sustituido por Manuel Azaña con el que había tenido frecuentes enfrentamientos por tales motivos. En Diciembre de 1931, Alcalá Zamora fue nombre Presidente de la Republica.

El intento de abordar la reforma agraria no llegó a buen término por falta de tiempo, toda vez que el periodo de dos años que estuvieron en el poder las izquierdas, fue demasiado corto para su ejecución. Por otra parte, la falta de dinero en las arcas del Estado, imposibilitaba su acuerdo.

También se emprendió la reforma del ejército, cuya formación estaba descompensada, dada la existencia de un mando por cada tres soldados. Se ofertó a los mandos su salida del ejercito con el sueldo integro y pese a tan buena oferta, su aceptación fue muy escasa.

La reforma educativa se transformó en un objetivo del Gobierno en unos momentos en los que el analfabetismo ascendía al 44% de la población, por lo que se fomentó la enseñanza laica en detrimento de la religiosa. Se abolió la Compañía de Jesús, y aunque la justificación fue debida al cuarto voto de obediencia al Papa, al igual que sucediera en tiempos de Carlos III, la realidad fue debida al gran interés en abolir las ordenes religiosas, y en especial la de los jesuitas por su gran relevancia y poder en la docencia española. Se fomentó especialmente el Instituto de Enseñanza Libre de carácter privado.

Las reformas sociales se basaron en la reducción de la jornada de trabajo y otras acciones en beneficio de la clase trabajadora. En lo religioso, básicamente, se trató de restar presencia e la Iglesia en la vida pública, política y social.

1932 GOLPE DEL GENERAL SANJURJO: “LA SANJURJADA”

Fue un fracaso, pues no se le sumó nadie. Sólo tuvo éxito en Sevilla, pero con una duración de muy pocas horas. Sus consecuencias: Estatuto de Autonomía de Cataluña y Expropiación de tierras a los Grandes de España.

3ª Cita de Azaña: “Voy a triturar al Ejército”

Mitin de Manuel Azaña en Valencia cuando era Ministro de la Guerra, lo que soliviantó a los militares.

CASAS VIEJAS

La Reforma agraria y sus falsas expectativas, crearon una gran desilusión en las zonas rurales, dando ocasión a los sucesos de Casas Viejas ocurridos el 11 de enero de 1933.

Unos anarquistas de la CNT quisieron iniciar su revolución descontentos con el Gobierno, tomando con las armas la casa de la Guardia Civil de Casas Viejas, donde se hicieron fuertes hasta ser duramente reducidos por la Guardia de Asalto a instancias del Gobierno.

4ª Cita de Azaña: “Los tiros a la barriga”, fue su consigna para terminar con aquel suceso.

Las consecuencias políticas de aquellos oscuros hechos provocó la dimisión del Presidente del Gobierno, Manuel Azaña. El Presidente de la República disolvió las Cortes y convocó nuevas elecciones.

En aquel año surgieron dos movimientos de oposición al gobierno de izquierdas y socialista: la CEDA (Confederación Española de Derechas Autónomas) y la Falange Española de José Antonio Primo de Rivera, hijo del General Primo de Rivera, quien había gobernado dictatorialmente durante seis años en España.